martes, 2 de noviembre de 2010

fragmento Súcubo

Hola, me sabe mal no subir nada. Este cachito creo ya estaba en el blog (solo hay fragmentos sueltos y encima sin corregir). Lo subo corregido. (Sorry Eva, estoy de acuerdo contigo en dar el nombre técnico pero tras pensarlo lo dejo así). Y no es que Violeta de miedo, es que es un demonio. Y ya está. Esto no es como en los libros de los cazadores oscuros donde los "oscuros" son ellos. Aquí mi protagonista tiene bastante que decir en cuanto a tinieblas.


Una vez que Marta hubo acabado de limpiarlo todo, desperté a la mujer y me fui a mi casa, metiendo sus gritos en el ruido de fondo. No tenía tiempo para lamentaciones humanas, sobre todo si eran por un tipo que no las merecía. Y deseando llegar cuanto antes, no presté a la noche la atención debida hasta que no sentí el golpe.
A través del velo de sangre que fluía desde mi contusionada y herida frente, pude contarlos. Eran cuatro. Armados con bates y navajas. Sonreían de mala manera, con esa confianza que da el lograr victorias fáciles una y otra vez. Mala suerte. Tres eran humanos y el otro un demonio menor que se alimentaba de carne humana y de violencia. En cuanto a mí, estaba tirada sobre un montón de basura en uno de los callejones que acortaban el camino a mi casa.
«Joder, seré imbécil… —pensé recriminándome—. Seguro que voy a tener que comprarme ropa nueva después de esto. Con lo poco que me gusta ir de tiendas».
Supuse que debería haberles avisado con algo del estilo “chicos, largaros si no queréis acabar mal”. Pero para qué, se me habrían reído en la cara. Yo, la jovencita adolescente con un cartel de Róbame-O-Viólame en la frente diciendo a cuatro delincuentes hechos y derechos que se asustaran de mí… En fin, ahogando un suspiro me incorporé como pude (¿he dicho ya que estaba tirada sobre alimentos podridos y orines de dudosa procedencia?) y cogí un pañuelo limpio del mini bolsillo que llevaba en la falda para apretarlo contra la herida de mi frente.
—Cada día las hacen más idiotas –se carcajeó uno de ellos—, mira como intenta quitarse la sangre en vez de echar a correr.
—A lo mejor es que le gusta que la rajen.
El demonio, expectante, se acercó empuñando su cuchillo. Mi parte humana se estremeció asqueada. Joder, menos mal que estoy yo para impedir que estos tipejos vuelvan a matar. No es que así redima a mi mitad demoníaca pero… me hace sentir mejor.
Ni lo vio venir. En un instante estaba allí la tierna muchachita herida, mirándolo con ojos desbordados de terror (¡gracias papi por las lecciones de Cacería 101!) y al instante siguiente una mano pequeña pero fuerte había cogido su muñeca y desviado el arma de mi pecho, mientras que de una patada mi tacón de acero favorito se clavaba en el suyo. Justo en el corazón.
Con rapidez desclavé la bota, me incorporé y saqué un cuchillo de la otra. Y con un movimiento fluido lo decapité. Eliminado el único que podía haber sido un problema, me coloqué en la postura de combate Gunnun Sogi (al menos todo lo que me dejaban mis tacones), preparada tanto para defenderme como para pasar al ataque. Los miré irónica, ¿cuál de los tres iba a tener los huevos de venir a por la niña?
Sus caras reflejaron el paso de la sorpresa a la rabia. Supongo que debía impresionar, mi cuerpo en tensión con la pierna de delante flexionada y estirada la de detrás, cuchillo en mano, salpicada la piel desnuda de mis hombros, estómago y rostro por una sangre que ya no era la mía. Y sin olvidar mis casi plateados cabellos enmarcándome en un aura fantasmal. Noté cómo la excitación de la pelea tornaba mis ojos ambarinos, revelando parte de mi naturaleza demoníaca y me lamí los labios, más que para probar a mi presa, para intimidarlos.
—Buenas noches, caballeros —pronuncié clara con mi voz musical enronquecida por la sed de muerte que solía despertárseme en momentos como éste— ¿quién va a ser el primero?
Ni se lo pensaron, en medio de un grito furioso se abalanzaron sobre mí. Lo que yo decía. A veces donde sobraba testosterona faltaba cerebro. Era una pena que solo fuera a veces.
No duraron ni veinte segundos.
Uniendo mi velocidad y fuerza aumentadas (que aunque no lo estuvieran mucho, para luchar contra humanos más que suficiente), al taekondo que me había enseñado mi padre y a mi naturaleza predadora, fui como un torbellino que sesgaba raudo sus existencias mientras sus golpes se quedaban en nada. Y cuando acabé, chorreando mi cuchillo en rojo viscoso, llena de la euforia de haber cobrado otras vidas luchando por la mía, no pude evitar dejar que mis cuernos crecieran y grité. Sí, grité. Sabía que arruinaba totalmente mi imagen de niña bonita. Pero es lo que era. Un demonio. Una criatura de la noche, más allá de toda redención. Y rodeada de los cuerpos desmembrados de mis enemigos.

10 comentarios:

  1. Yo encantada de todo lo que me queráis comentar. Solo espero que, como decía Yolanda, no asuste. O no demasiado...

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  2. '¡¡DIOS, QUE PEDAZO DE HISTORIA!!

    A mi me encanta, así, tal y como es.
    Me encanta que sea tan fría, calculadora, y este de sarcasmo en sus pensamientos, es una pasada.
    Te lo digo de verdad, ten por echo que no comento si algo no me gusta, y eso... es una pasada:D

    Sigue así, yo personalmente, y es solo mi opnión, no cambiaría nada en absoluto:D

    kisses... ( me encanta cuando dica, "¿he dicho ya que estaba tirada sobre alimentos podridos y orines de dudosa procedencia?"), ese tipo de cortes, me hacen pegarme aun más a uno historia:D

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  3. Muchas gracias Karol. Tú comentario es una pasada, xd. Y todo el libro es así. Solo espera ser publicado... (osea, casi naaada, xd).

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  4. No se puede perder la esperanza... tu crees en lo que haces, te gusta lo que lees lo que tu misma escribiste, y ahora depende de que los demás, editoriales me refiero, también lo vean... ya verás como si:D

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  5. hay que tener paciencia... infinita y eterna. Pero está muy bien

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  6. Me ha gustado este fragmento; la aventura promete. Yo también estoy trabajando una historia donde el protagonista no es precisamente un niño bueno. Algunas adictas ya conocen a Drago...

    Espero que tengas mucha suerte con las editoriales. Me he tenido que poner hoy en tu lista de seguidores para estar al tanto, no sé como no lo había hecho antes -latigazo por despistado-

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  7. Sí, creo que sé quien es. Gracias por pasarte, Marcos.

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  8. Hola Amaya:
    Me ha encantado, te lo digo sinceramente. Y a mi no me ha dado miedo en absoluto, es más,la protagonista me ha encantado. Te admiro por escribir tan bien y si no te lo publican es que los editores son idotas, hay libros que son auténticas mierdas rondando por ahí, así que tú no pierdas la esperanza. Ya me gustaría a mi escribir así en lugar de bloquearme una y otra y otra vez (es desesperante).
    Un beso muy fuerte y muchísima suerte.

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  9. ¡Me estoy poniendo coloraaaaaada, xd!!!
    Gracias willowgreen.

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  10. Hola!!!
    Bueno, lo prometido es deuda y aqui te estoy comentado después de releermelo, :D
    Me gusta mucho y tengo ganas de leer más.
    Y lo que te he dicho, piensa en positivo y ya verás como alguna editorial te publica, :D
    besitos

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